Al reunirse en Cuba, RESPECT *, la mayor asociación de organizadores estadounidenses de viajes a Cuba, rechazó unánimemente la advertencia acerca de viajar a Cuba por parte de la administración Trump, y su decisión de retirar parte del personal diplomático de su embajada en La Habana.
La reacción fue en respuesta al anuncio de Washington de que está retirando el 60 por ciento del personal de no emergencia de la Embajada de Estados Unidos en La Habana y advierte a los ciudadanos estadounidenses que eviten viajar a Cuba. La justificación para ambas medidas son problemas inexplicados de salud que han reportado 21 diplomáticos estadounidenses de misión en La Habana.
Adicionalmente, funcionarios estadounidenses no identificados dijeron que el consulado de Estados Unidos en La Habana suspendería indefinidamente la emisión de visas estadounidenses a los cubanos. La Embajada de Estados Unidos continuará brindando servicios de emergencia a ciudadanos estadounidenses en Cuba.
"Basados en la evidencia hasta el momento y en el hecho de que el Departamento de Estado dice que ningún otro ciudadano estadounidense se ha visto afectado, creemos que su decisión es injustificada y continuaremos organizando viajes a Cuba y alentamos a otros a hacerlo", dijo Bob Guild , co-coordinador de RESPECT y vicepresidente de Marazul Charters. También enfatizó que los ciudadanos y residentes estadounidenses pueden viajar legalmente a Cuba bajo la ley estadounidense, y que el aviso del Departamento de Estado de ninguna manera prohíbe viajar a la isla a los estadounidenses.
RESPECT está acompañado de aerolíneas comerciales estadounidenses y otros en la industria de viajes que han expresado públicamente su intención de continuar con los viajes a Cuba. Gail Reed, co-coordinadora de RESPECT y fundadora de MEDICC, señaló que "Cuba sigue siendo un destino muy seguro para los viajeros estadounidenses".
La Asociación de Servicio Exterior de Estados Unidos, el poderoso sindicato que representa a los diplomáticos estadounidenses en todo el mundo, también se opone a cualquier decisión de retirar a los diplomáticos estadounidenses de Cuba. La presidenta de la Asociación, Barbara Stephenson, dice: "Tenemos que permanecer en el campo y en el juego".
La queja de Estados Unidos acerca de los problemas de salud se originó hace casi un año, durante la administración Obama, cuando los dos gobiernos estaban trabajando en su acercamiento mutuo. Como reconoció el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, el gobierno cubano respondió de inmediato e inició una investigación, invitando al gobierno de Estados Unidos a cooperar.
Por invitación de las autoridades cubanas, el FBI viajó a La Habana en busca de pruebas de lo que Estados Unidos describió como "ataques sónicos" que provocaron pérdida de audición y otros síntomas. Sin embargo, sus agentes no encontraron ningún dispositivo u otra evidencia que explicara el misterio.
Ninguno de los 500 000 visitantes estadounidenses a Cuba este año han reportado problemas similares de salud. Tillerson dijo esta semana: "No tenemos información de que ciudadanos privados estadounidenses se hayan visto afectados..."
El ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez, en su discurso en la ONU este mes, reiteró que Cuba toma muy en serio la protección de todos los diplomáticos en su país y nunca les causará daño ni permitirá que otros lo hagan, según la Convención de Viena de 1961. También instó a las autoridades estadounidenses a trabajar más estrechamente y de manera más efectiva con la investigación en curso en Cuba, algo que volvió a plantear durante su reunión con Tillerson esta semana.
Al responder a la medida de Estados Unidos, Josefina Vidal, directora general para Asuntos de Estados Unidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, dijo que la decisión es precipitada y que afectará las relaciones bilaterales y la cooperación en áreas de interés mutuo. Señaló que Cuba había instado a Estados Unidos a no politizar el asunto e insistió en que Cuba necesita la cooperación activa de las autoridades estadounidenses para llegar a una conclusión definitiva.
"Tememos que tal acción precipitada de la Administración Trump, independientemente de la evidencia científica, pueda estar motivada por la política en lugar de preocupaciones por la salud y el bienestar", dijo Walter Turner, co-coordinador de RESPECT y presidente de Global Exchange. "Así, una vez más animamos a todos los visitantes estadounidenses a continuar viajando a Cuba".
* RESPECT (Responsible Ethical Cuba Travel – Viajes a Cuba Éticamente Responsables) es una asociación profesional de entidades sin fines de lucro de 150 miembros, agencias de viajes, operadores turísticos y otros proveedores de servicios de viajes dedicados a practicar y promover viajes éticos y socialmente responsables a Cuba. Fundada en diciembre de 2016 en el aniversario de la apertura anunciada por los presidentes de Estados Unidos y Cuba, RESPECT realizó una reunión esta semana de dos días en el Hotel Meliá Cohíba en La Habana, en la que sus miembros elaboraron un Plan de Acción 2017 para implementar sus 17 principios. Estos incluyen formas en que las organizaciones de viajes y de viajeros de Estados Unidos pueden contribuir a proteger el medio ambiente de Cuba a medida que la Isla se adapta al cambio climático, se comprometen con relaciones no explotadoras con todos los cubanos y a respetar el patrimonio y expresiones culturales del país. La Asociación también defiende el derecho de todos los ciudadanos y residentes estadounidenses a viajar a Cuba, y aboga por el levantamiento de todas las restricciones de viaje a la isla que ha implantado el gobierno de Estados Unidos.